martes, 17 de enero de 2017

A MI MADRE

               
 Yo soy parte de ti, llevo tu sangre,
como un premio al amor surgió mi vida,
y te entregaste de sin desmayo a los deberes
compartiendo mi llanto y mi alegría. 

Si he logrado exaltar mis sentimientos
separando la dicha del quebranto,
se lo debo a tu esfuerzo compartido,
junto a mi padre, al que quisimos tanto!!!

con la luz de tu amor iluminaste
aquellas largas noches del invierno,
mientras tu mano me mecía la cuna,
y tu arrorró me estimulaba el sueño,

Fuiste sensible ante algunos cambios
(sin olvidar tu condición de roble)
sé que lloraste de emoción el día,
cuando entre dientes balbuceé tu nombre.

Y más tarde al llegar la adolescencia
cuando apenas contaba con quince años,
derramé sobre la fuente de tu pecho
 la hiel de mis primeros desengaños...

Siguiendo tu camino voy sembrando
lo mucho que conservo de tu ejemplo...
aprendí a respetar a los ancianos,
y aprendí a proteger al indefenso.

Con pasión a la fe que me inspiraste
arrodillada ante el altar del tiempo,
con la imagen de dios he comprendido
a distinguir el cielo del infierno.

Aún sigues siendo mi mejor amiga
donde acudo en procura de consejos,
así como la noche sigue al día
regida por la ley del universo.

¿Te acuerdas de las cartas que mandaba
cuando soñaba con los reyes magos?
hoy ya no escribo, que más puedo pedirles
si tenerte es el mejor de los regalos!!!

Dejo impreso en tu nombre mi saludo,
para todas las madres en su día...
y a los que físicamente no la tienen
que su recuerdo les haga compañía..

Mariel  Ruiz -Argentina-
Publicado en Estrellas poéticas 56

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