Sentándome a la sombra del verano
fatigada bebí de su botijo,
cual alcé con la fuerza de una mano
el agua, de aquel río del cortijo,
tan clara de su orilla cada día;
así es Granada porque Dios lo quiso
tan sutil conexión, de Andalucía,
con rosales luciendo su hermosura;
mientras, yo disfrutaba y sonreía.
María Sirena Matri Mar -ESPAÑA-
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