Dentro del cilindro rojo
metí dos onzas de chocolate.
En el cilindro granate
guardé la piel del oso.
Para conservar el pescado
utilicé un cilindro amarillo
y para los afilados cuchillos
busqué un cilindro morado.
Tengo aún tres cilindros
libres para otros objetos
pero no sé que alimentos
acompañarán al vino.
Uno será la manzana
que irá al marrón
mientras la col
la introduciré en el naranja.
Llenos todos los cilindros
los pondré en dos platos
teniendo mucho cuidado
al colocarlo en el altillo.
JOSÉ LUIS RUBIO
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