viernes, 16 de agosto de 2013

YUGO

Tú y yo vamos al mismo yugo uncidos,
halando el carro que nos fue asignado,
en avance gradual, sincronizado,
expresando ambas ruedas sus gemidos,

y ambas dejando en el sendero hundidos
carriles de su giro acompasado.
No somos uno, somos dos, al lado
uno del otro, por misión unidos.

Las roderas marcadas en el barro,
no obstante la unidad que indica el carro,
manifiestan funciones paralelas.

Ya no sé qué pensar cuando te miro,
si al mismo fin adonde vas aspiro,
o si eterna distancia me revelas.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

No hay comentarios:

Publicar un comentario