sábado, 17 de agosto de 2013

SUEÑOS, LOCURA Y DELIRIO A MEDIANOCHE

Relampagueante se levantó de la cama bajo una tormenta oscura que azotaba una y otra vez el pequeño ático que constituía su residencia. Las sombras inundaban la habitación provocando el devenir de lúgubres imágenes sobre la desnuda pared de enfrente de su cama.
Una tenebrosa figura de color ocre se empezaba a dibujar enfrente suya entre brumas de azufre y hollín.
Ezequiel se incorporó asustado, por fin tenia ante si mismo al ser que llevaba atormentándolo semanas.
« ¿Qué querrá de mí? Solo soy un humilde pintor que trazo en mis lienzos las futuras muertes que mi inestable mente me dicta. ¿Será este ser el responsable de las predicciones que tanto me atormentan?»
— ¿Eres el demonio? —preguntó Ezequiel.
La oscura figura sonrió.
—Dime el mayor de tus deseos y yo lo cumpliré para ti —pidió aquel oscuro ser de rojos fulgores infernales con una voz ronca como el crujir de un antiguo portón de madera.
—Reniego de mis últimas creaciones, no sé porque tengo este don ni quiero usarlo más. Me gustaría ser la bondad para los hombres, inspirarme de mensajes de paz futura y promesas de amor infinito. Me gustaría…ser un ángel.
—Tu deseo será satisfecho —decretó el ser.
— ¿Pero como es posible que el diablo pueda cumplir semejante afán? —preguntaba Ezequiel mientras su figura empezaba a disiparse de nuevo entre las brumas que le dieron forma.
—Todo es posible para aquel que cree que existo.

Rafael J. Sánchez Rivera (España)
Publicado en la revista digital Minatura 124

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