La moneda corría colina abajo, tintineando al ir chocando con las piedras de la ladera, como si fuera un cascabel. Mientras, ella la contemplaba desde el suelo sangrando por la herida.
Escrito en el Café Comercial / Glorieta de Bilbao, Madrid, 23 de Enero, 2012.
Del libro Rueda, rueda y otros textos de SONIA LÓPEZ
Publicado en los Cuadernos de las Gaviotas
Anteojeras
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