Se ve desapacible la mañana,
como si el sueño de la noche fuera
imposible y sangriento, en la frontera
del ser y el proyectar, empresa vana.
Quien duerme, piensa y fantasea; hilvana
utópicos paisajes, cual si huyera
de su propia verdad, mas su quimera
se quiebra al levantarse la persiana.
Mas los sueños que eufóricos urdimos
despiertos y conscientes, los sufrimos
doblemente al constar que se evaporan
Somos irresponsables creadores
de mitos, y a la vez sus destructores,
monstruos de la razón, que nos devoran.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
Artículo en la revista digital Teoría Ómicron
Hace 13 horas
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