viernes, 9 de agosto de 2013

QUEJA

¿Cuánto de tu placer en el gemido,
y cuánto en el silencio y la sonrisa?
A veces llega en suavidad de brisa,
y a veces en clamor, o en estallido.

Hay lágrimas de gozo en la libido,
pero hay también incontrolable risa;
nada tramado, todo se improvisa,
desde el grito al susurro y al quejido.

Quéjate mucho, pero sin lamento;
que la cresta de nuestro acoplamiento
no admite sinsabores ni amargura.

Gime, suspira, ríe, llora y brama,
que hay una guerra a dos sobre esta cama,
y la victoria de ambos ya es segura.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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