domingo, 11 de agosto de 2013

LOS VIKINGOS

(El origen de los cuernos)

De todos es conocido
al consultar los cuadernos
que en ellos hemos leído
de vikingos y sus cuernos.

Los cascos de estos guerreros,
sendos pitones portaban
y , dándole un perfil fiero,
al enemigo asustaban.

Era costumbre en el norte
cuando el “Viki” se marchaba
que a su mujer la dejaba
sin compañero consorte.

Y reza en sus estatutos
si mucho tiempo pasaba,
en vez de guardarle luto,
otro “tronco” se buscaba,
y como muestra colgaban
el casco del nuevo macho
en la puerta de la entrada.

Mas como así eran sus leyes,
lo aguantaban “resignaos”
como lo acatan los bueyes.

Si al cabo el “Viki” volvía
y el racimo se encontraba,
muy cornudo se sentía,
poniéndose que arrancaba...

Y por más que maldecía,
y blasfemaba al infierno,
en su cabeza lucía
un buen manojo de cuernos

Mas resultado daría
como hacíamos por acá,
que al marcharse le ponían
cinturón de castidad,
y viendo lo mal que olía,
nadie se osaba acercar...

Que el amor, como el cristal,
está a punto de romperse
y no debe de exponerse
si no se puede soldar.

Esto lo dijo Cervantes
en pasajes del Quijote:
está atento y vigilante
y no seas carajote.

Urbano Parrilla -Castilblanco de los Arroyos (Sevilla)-
Publicado en la revista Aldaba 14

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