lunes, 19 de agosto de 2013

FINAL

Carne con licor de lirios,
montañas llenas de heridas,
para espanto de los hijos,
lacran en rojo y morado
las alas de sus suspiros.
Con largas pieles de sábanas,
duras al más leve aullido;
caballos corren sus lenguas
por sus filos de cuchillos,
con plumillas en su cuello
pintan un cáncer dormido.
¡Callad, que no se despierte!...
¡Dejadle sueños de niños!
Vendrá una luna a destiempo
por cementerios antiguos
alumbrando las angustias
de aquellos que la han querido.
La sangre en su corazón
ceniza se ha convertido
y bajo el monte de Venus
fluyendo oscura en su sitio
va minándole la vida
que ya solo es sacrificio.
¡Dejadla, no se despierte!
que está soñando con niños
y una sonrisa en su boca
puso fin a los martirios.

Pedro Jesús Cortés Zafra -Málaga-

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