viernes, 9 de agosto de 2013

ENREDO DECIMOTERCERO

En la oscuridad de un sueño
sentí una guitarra tocar.
La noche empezaba a clarear
y parecía que las notas que salían,
de ella, cosquillas al alba hacían.

Desperté del sueño. A unos pasos,
escondida en un blanco rincón,
una guitarra jugaba
con los primeros rayos del sol.

Tócame guitarra por Taranta
que quiero lavarme a su son.

Cuando salí a la calle,
sin saber cómo, me acerqué al mar
y allí, entre la arena mojada,
había una guitarra que lanzaba
sus notas a besarse
con las olitas del mar.

Me senté en la arena a mirar
las olas ir y venir
y cuando fijé mis ojos en el horizonte
vi una guitarra que asomaba
y escondía su cabeza.

Tocáme guitarra por Alegrías
que quiero sentir tu calor.

Un viento del norte soplaba
y unas nubes ocultaban el sol.
Miré al cielo y sobre una nube,
tendida, tranquila, una guitarra descansaba.

Volví a casa pensando en mis visiones
y allí me esperaba una  guitarra
para dormirme por siguiriyas.

Tócame guitarra que quiero
entre tus notas dormir.

Del libro inédito Enredado en cante de JOSÉ LUIS RUBIO

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