martes, 13 de agosto de 2013

ELLA NO PUEDE ADMITIRLO

A orillas de la alborada,
rumbo a lo seco del frío,
un mar de pájaros vuela
desde la jara al olivo.
Atravesando los montes
iba un gitanito altivo,
con dolores en su alma,
pleno de amores furtivos
con clara fuente de sueños
transita por los caminos
con clavel en la solapa
y gorra de paño fino.
Intentó ver a su amada
pero a la cita no vino.
Su corazón despechado
va maldiciendo el destino,
se encamina a la taberna
a consolarse con vino.
Él sabe que ella lo ama
pero tuvieron el sino
de venir a conocerse
cuando tenía un marío,
que el divorcio no le admite
mientras permanezca vivo.
Con navajas de Albacete
quiere resolvé el conflicto.
Sea quien sea el que muera
ella no puede admitirlo.
¡Virgencita de la Encina!
¡Cuánto por amor sufrimos!.

Pedro Jesús Cortés Zafra -Málaga-

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