viernes, 16 de agosto de 2013

DESPUÉS DE AYER

a Ladia

Se fue de sí un día.

De pronto.

Inadvertidamente;
como inadvertida fue siempre su existencia.

Hasta creo que nunca existió,
a pesar de su presencia viva.

Acaso fue sólo un mimetismo, que la hacía reír
si yo reía;
que la hacía llorar
si yo lloraba.

Tal vez fue sólo presencia sin piel,
abrigada en mi piel.

Que entonces se hizo ausencia
para caminar ayeres.

Como un tímido vuelo hacia los silencios verdes
de una tarde desganada
que bostezaba su crepúsculo.

Como una estrella que se apaga en el cosmos de otra
que se enciende viva a su sombra.

ORESTE ABIATTE
Publicado en la revista deliteraturayalgomas

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