Llega el momento en que quieres pasar cinco días de tu vida en la cama,
doblado en tu mullido colchón,
hasta que los flecos de las sábanas
rocen el suelo.
Y quieres confundir las noches
con los días,
fumar, beber, drogarte, hacer el amor aunque sea contigo mismo,
mear sentado en la cama.
Será cuando la gente empiece a aplaudir al pasar,
a pesar de que los días no se dejen engañar cuando pase cinco en mi cama.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
Anteojeras
Hace 9 horas
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