El silencio, la calma y la noche
invade el espacio.
Presuroso, el frío aire, estrecha
los aromas que en su ausencia
se impregnaron como escamas
a mi cuerpo desarmado.
Así, ¡¡¡corre, vuela, nada!!!
y esconde en las comarcas de mi estancia
la ambrosía que levante
cada eclipse de los versos
que mece el soplo de esta musa alocada.
Yolanda Aldón -Barcelona/Cádiz-
Publicado en Suplementos de Realidades y Ficciones 54
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