viernes, 16 de noviembre de 2012

PAGO POR ADELANTADO


Todo fue verlo llegar y detenerse frente a mí para saber que mi día estaba echado a perder. Sus ojos hundidos, enmarcados con grandes ojeras, no expresaban nada. Sin hablar y sin manifestar inquietud en su rostro me extendió un sobre. Lo abrí y saqué una factura pagada por adelantado por concepto de diversos servicios y expedida por nosotros. Alcé los ojos interrogándole. Con un gesto y la mirada me indicó que siguiera leyendo en la siguiente hoja anexa.
“En la encrucijada que nos pone la vida en cada día de nuestra existencia es para resolver el juego a favor de uno, y es en lo que no he sido nada efectivo. Mi subsistir se ha vuelto una pesadilla. Y ahora, he decidido terminar mis días así como los he vivido,
Como el mundo se aprovecha y goza arrojándonos a la soledad como desperdicio al final del camino, he decidido pagar sus servicios por adelantado. Nadie se cul ”
No terminé de leer. La funeraria retumbó por el sonido que produjo la descarga de una pistola automática. El hombre había caído muerto al otro lado del mostrador.

DIANA CEPERO
Publicado en la revista Pluma y café 8

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