Otra vez la tarde del domingo
cae y se condensa en mi olfato.
Urgo en mi edad que oscila
entre la rebeldía y la hondura
de los misterios.
Llamo, insisto,
necesito hablar
con alguien remoto,
pero el teléfono da ocupado.
MIGUEL ÁNGEL MIGLIARINI
Publicado en la revista deliteraturayalgomas
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