Los ruidos son triángulos chatos, especulares y
rotos. Insignificados introducidos hasta mi sangre
con tijeras de cirujano.
El ruido es un monstruo de órganos grandes, sueltos.
cuando se acerca me da la fiebre de los maxilares
y empieza a dolerme la nariz.
Los ruidos se pasean por mis encías, me pellizcan
el entrecejo y al irse dejan todos los puentes levantados.
La tonadillera Kitty lapida cada día mis ojos. Por
detrás y desde su garganta se avecina un mazo ululante
que gira por la cara interna de un tubo opaco.
Los ruidos pueden ser distraídos con harina o corcho
molido, pero emergen.
Federica Rosenfeld -Argentina-
De Poetas americanas
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