martes, 13 de noviembre de 2012

EL SOLAR DE BARRO


Quedo yo
de lo que era.
Ahora sólo me tengo a mi
para ofrecerme.
Y no me encuentro.

No tengo un deseo de mañana que ofrecerte
bajo forma de casa luminosa
que dé luz a tu deseo.

No tengo un solar que invente juntos un mañana
de casa con niños y juguetes
por romper con alegría.

No tengo deseo ni solar, no invento
víspera ni fijo marco
para un cuadro en que no quepo.

No hay más de mí que esta letra nerviosa,
distanciada,
que me busca apresurado para serte
reposo y cercanía.

No tengo ni busco casa, no sé encontrar
en la lumbre de mañana, en ese fuego
con que avivas
los rescoldos silenciosos que me escondes.

No busco ni tengo luz que alumbre tu deseo
de luz,
.........de mi luz.

Me sé distante, casi simple, ya lo sé,
porque busco, como quien no,
el roce de tu sombra en mi oscuridad,
en lo que tengo,
y tener tu oscuridad, ese es mi juego,
en la sombra sin luz
.................................con que ofrezco.

 Antonio Lorente
Publicado en la revista Ágora

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