sábado, 10 de noviembre de 2012

EL GRAN JUEGO


Continuamente, los que ostentan el poder, los que se benefician de que el Sistema funcione como a ellos interesa, hablan de “respetar las reglas del juego”. Ante cualquier atisbo de revolución, de rebeldía, de negativa a entrar dentro de los vericuetos del “Gran Juego de la Política” - un trasunto del gran juego de Kypling -, los políticos de la “corrección” echan mano de la tan traída frase.

Las reglas del juego son simples: las que ellos han decidido, elaborado e impuesto, y son inamovibles, casi más que el orden de los libros que componen la Biblia, o la duración de los días y las noches. Un juego donde ellos siempre ganan, aunque digan que pueden perder.

Se considera válido utilizar dados cargados, o bolas magnetizadas. Se pueden marcar las cartas de la baraja, mover las piezas del ajedrez cuando el rival no mira... pero dentro de las normas del “gran juego”, la principal de las cuales es: que no se den cuenta de que esto es una farsa.

No se quieren los cambios por dos motivos básicamente: por inmovilismo neuronal, y por egoísmo. Los cambios son peligrosos, pueden repercutir negativamente en los “privilegios” de los que los impulsan. El pueblo, en cambio, convertido en mera estatua que asume ese juego de unos pocos, nunca levantará la mano contra su amo-creador.

Francisco J. Segovia -Granada-

No hay comentarios:

Publicar un comentario