domingo, 11 de noviembre de 2012

CERCANÍA DE HARLEM


En esta plaza brumosa, raleada,
estoy solo con los pájaros
       −alas oscuras, casi quietos,
       chistar agudo−.
Pasa gente con aire distraído
y gesto triste,
       hamacando los hombros,
       mirando hacia los árboles.
Gente sola, de sino y ropas pobres.
Caracas o Guarenas parecieran estar
       a la vuelta,
pero no. Es éste el primer mundo
       con sus caños oxidados
       que gotean
en el patio y en los techos
y con el dolor también
       (no digas que no)
       entre las vértebras.
Y el murmullo, sí,
que va poblando los instantes.


De N.Y. Postales para enviar a los amigos de Eduardo Dalter  Nueva York, Buenos Aires, 1998-1999






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