sábado, 10 de noviembre de 2012

BREVERÍA


2736
Tanto más pretendemos que logramos,
captando a veces más que merecemos;
y no obstante, patéticos, creemos
que por méritos propios lo ganamos.

2737
Me seduces, dominas y secuestras,
quedando sin opción de emanciparme;
y a la vez me convences y demuestras
que no tengo elección, sino quedarme.

Qué esclavitud me impones,
mi voluntad anémica o dormida,
creyendo que mis propios eslabones
no son réquiem, mas cántico a la vida.

Si esto es amor, ¿cómo lo habré elegido?
Y ¿cómo entonaré el himno al olvido?

2738
Rostro o, tal vez, careta de optimista
luce quien se enamora,
descubriendo su temple masoquista
poco después de la primera hora.

Tal vez sin intención o planteamiento
lo ejercerá, o se dejará arrollar.
Y es quizás el mejor acoplamiento
para quien desespera por amar.

2739
Tantos ángeles veo desalados.
Ya no espíritus puros,
ni tampoco caídos,

sino en cierto intermedio, desterrados
de un paraíso de oro, cuyos muros
guardan sólo otra raza de elegidos.

Supieron del amor, sin resistencia,
mas les pasó de largo.
Y cumplen hoy injusta penitencia,
y hay en sus labios un sabor amargo.

2740
Amar de igual a igual, sin jerarquía,
sin desnivel, y en desmantelamiento
de aras y pedestales.

Con mente, voluntad y anatomía
fluyendo paralelas, como el viento
curvando suavemente los trigales.

Eso es amor. Quien juzgue merecerlo,
dé un paso al frente, acepte sus rituales,
y empecemos a hacerlo.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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