sábado, 17 de noviembre de 2012

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Endulzas mi vida con el edulcorante de tus besos
y me fugo con ellos
hasta el horizonte de tu alma
donde me embebo de tu ser
y me convierto en un reguero de luz,
que roza tus ilusiones
y se alimenta de tu mirada de ensueño...

Sigo los caminos de tu cuerpo
y me conduces al éxtasis
en cada emanación de placer,
en cada sensación de vértigo
que me arrastra más y más
a las profundidades de tu mar de fuego,
donde pierdo el control
y me fundo con el calor
del sol y de las estrellas,
los cuales se muestran en unidad
ante el deseo consumado de nuestro amor.

María Jesús Verdú Sacases

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