Un hombre que se inclina en la ventana
de un país lejos
puede ver la distancia en la piel de sus mapas
un animal de nieve recostarse en la noche
más dura de los puertos
y puede ver palabras vistiendo aquellos días
y aún manos descorriendo la cortina
de la misma ventana donde
inclinó la cabeza la mirada los ojos.
El pasado no inquieta
ni el futuro.
Del libro Actas de JOSÉ CEDRÓN -Argentina-
Publicado en Navegaciones 4
No hay comentarios:
Publicar un comentario