Mientras hablo nada pienso,
mientras callo el universo
me concede sus misterios:
la belleza del silencio,
lo que duran los secretos
y el destino de los vientos.
Pues la boca se equivoca
y me otorga sus derrotas,
las palabras me provocan
y callando mi alma evoca
que en mi sol de mediodía
las sombras se vacían,
que mi luna de medianoche
en tus ojos se esconde.
Gustavo González
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