sábado, 15 de septiembre de 2012

TESTAMENTO


tus cejas eran una gaviota tendida en la luz,
tus ojos el mar en la noche con fogatas de espuma,
tu voz sonaba a aguamarinas tocadas por la tarde,
tu hermosura una milonga esculpida en la marea,
toda voz una flor navegable, penetrante,
mi adiós, mi muerte, mi jamás, sangró tu cantamor,
ese es el último poema con tu nombre,
dónde estás para enviarte mis ojos.

Del libro Sangral América de JULIO HUASI -Argentina-

No hay comentarios:

Publicar un comentario