viernes, 14 de septiembre de 2012

PARA ALBERTO


Que nunca nunca nunca se borre esa sonrisa tuya porque ha sido siempre mi sustento.

Por hábito has sido, tú, amor mío, el guía de mi viaje y pensar que algo pueda enturbiar tu mirada me rebela contra el mundo.

Dame la mano. Sé que no podré darte el alivio que tu corazón o tu mente busca, mas habrá en tus oídos desde mi boca el aliento para avanzar hacia lo impredecible. No estás solo, oh amado. No te dejaré solo, amor mío, porque te quiero, porque me enseñaste lo que es ser dos personas en una y porque si tú no eres tú, yo ya tampoco seré yo.

Siempre tuya.

Publicado por MARÍA JOSÉ BERBEIRA RUBIO (Castelldefels) en su blog dondehabiteelolvido-airama

No hay comentarios:

Publicar un comentario