CÁRCEL DE PAPEL
Buenas noches, amigos de Conil. En primer lugar agradecer a la Delegación de Cultura y a la editorial Atrapasueños, y especialmente a Joaquín, el que me haya ofrecido la oportunidad de estar esta noche con ustedes y que podáis entrar conmigo en mi cárcel de papel.
Hace 40 años entré voluntariamente en una cárcel de papel. Con los años la pequeña celda se fue agrandando, agrandando. Sin embargo, ésta es una celda de la que el cautivo, el preso, no quiere salir porque esta cárcel de papel es una cárcel donde quiere estar porque en ella se siente a gusto, porque en ella vuelca sus sentimientos, sus pensamientos, sus amores, sus críticas, su cólera. Mi cárcel de papel no es una cárcel lóbrega sino una cárcel colorista donde reina la sonrisa, el optimismo y nunca la hipocresía. Dejadme disfrutar de ella y en ella.
Hoy mi cárcel de papel se ha trasladado a esta vieja iglesia que ha surgido como el ave Fénix de sus ruinas. Sus cuatro paredes remozadas ocultan las huellas del tiempo, pero el tiempo sigue ahí prendido en su campanario, y ese tiempo antiguo, ese repicar de antiguas campanas que ya no suenan, ese sonsonete en latín que se esparcía por sus naves, hace que mi palabra fluya con más facilidad.
En esta charla poética recorreremos juntos casi cuarenta años de cárcel e ilusión. Sí, de ilusión poética, porque ponerse a escribir versos a los veinte años es una ilusión apasionante y alocada.
En aquellos años 70, cuando no era más que un estudiante con ideas progresistas me introduje por primera vez en la cárcel de papel. Entonces escribí tres poemarios cortos que he publicado en el nuevo siglo y muchos otros versos. Durante este intervalo de tiempo mis poemas aparecieron en diferentes revistas poéticas nacionales, sobre todo en Azahar que nació en 1989 después de un homenaje al poeta granadino, García Lorca, que le rindió la A.VV. Campo de Conil. Fue un número sencillo con poemas de los participantes y del homenajeado.
Antes de hablar del libro objeto de esta presentación y del último número de la Revista Poética Azahar, quiero detenerme, brevemente, en mis libros, tantos en los individuales como en los colectivos. Empezaré por los individuales: Migajas ardientes, Burbujas y Recuerdo.
Migajas ardientes apareció en 2001. Como decía en la contraportada se escribió en 1972 aunque para publicarlo se cambiaron algunas cosas.
Cinco años después le tocó el turno a Burbujas que como dije en el prólogo se escribió en 1973 aunque su forma definitiva la alcanzó en los 90.
El último en editarse ha sido Recuerdo que ha aparecido este año. Con él termina la trilogía escrita en los setenta en mi época de estudiante.
Entre estos años he participado en varios libros colectivos: I Antología Azahar, Preso del Color, Homenaje a Antonio Machado, 50 voces, Homenaje a Juan Ramón Jiménez y Autores docentes de la provincia de Cádiz.
Con esto no acaba mis poemas porque en mi cárcel de papel aún quedan más de diez poemarios inéditos que espero ir editando poco a poco por mi cuenta o con la ayuda de algún mecena o editor que se arriesgue a confiar en mí.
Uno de ellos Sin nacer, que está dedicado a mis hijos, objeto de esta charla, editado por el periódico Granada Club Selección, dentro de su colección Semilla de Poesía, apareció a finales de Mayo. Es un libro premonitorio en el que siento la presencia de alguien que no existe pero que está ya en mi mente, que me acompaña sin acompañarme, al que hablo aunque no me escuche. Al final aparecen unos poemas escritos veinte años después a unos seres ya tangibles. Os leeré un par de poemas.
Para terminar os diré algunas cosas sobre el último número de la Revista Poética Azahar que apareció hace unos meses y que a pesar de todo su bagaje, de 20 años, estuvo a punto de esfumarse en el aire en 2009. Sólo el ánimo de algunos colaboradores y la ayuda del Colectivo Conileño de Artistas hicieron posible que Azahar renaciera de sus cenizas. Ha habido que cambiar la imagen pero el final todo ha salido bien. Así ha quedado. Tamaño reducido. Menor cantidad de páginas. Menos poemas (118).
Además de 80 poetas españoles, la revista se completa con poetas argentinos, cubanos, estadounidenses, chilenos, mejicanos, brasileños, venezolanos, uruguayos, peruanos, colombianos, belgas rumanos e italianos, que hacen de Azahar una revista internacional. Os leo algunos poemas. En todos hay mucho sentimiento. Espero que os gusten.
Estos han sido brevemente contados mis cuarenta años en una cárcel de papel en la que como dije al principio me siento muy, muy a gusto.
Gracias por vuestra atención.
jueves, 26 de agosto de 2010
viernes, 13 de agosto de 2010
Cultura en tu barrio
El viernes 6 de Agosto el COLECTIVO CONILEÑO DE ARTISTAS y la REVISTA POÉTICA AZAHAR, llenaron de arte y poesía el barrio del Santo. La Plaza del Mar, junto el bar el Ñu, que cubrió sus mesas con manteles negros y las iluminó con unas bonitas velas, se adornó con ocho hermosos cuadros y escuchó versos de Hernández, dedicados a Hernández, de José Luis Rubio y de colaboradores de la Revista Poética Azahar. Un acto novedoso y emotivo que cumplió las expectativas de los organizadores que siguen creyendo que otra cultura es posible.
LUNA LLENA
Luna Llena; llena.
Luna Llena
de palabras de poeta, tú
estás llena,
metáforas y frases bellas
que son poesías de poetas,
tu misterio les inspira
poemas y más poemas;
de poemas estás llena.
Todo el que te quiera ver,
la cabeza ha de alzar,
apartar nubes y estrellas
para poderte mirar; a la cara,
la cara que tú dejas ver,
mas la otra cara ocultas
a los vivos, vivos
que la quisieran ver;
y quizá cuando yo muera; vea,
cara que pudiera ser
que desde el Hades se viera,
allá en el infinito Cielo; Cielo,
que como Dios en todas partes está,
y que yo desde allá, vea
pues vea debiera decir,
mas yo digo, veré,
por ser apasionado creyente;
de misterios y utopías…
…ya que tú, Luna Llena
de interrogantes estás llena.
Acompañas a la Tierra,
o quizá, la Tierra a ti:
Inmenso lugar de encuentro
de miradas hacia el Cielo,
miradas que dentro de ti
se quedan y nunca al Cielo; llegan,
y se quedan en tu tierra,
tierra de la Tierra, de la que tú;
estás llena.
Y, así como un hombre solo,
vaga por la Tierra solo,
y espera ser visto, para ser reconocido,
encontrado, y deseoso, anhelante va,
por encontrase muy solo;
así, vas tú por el Cielo,
Luna Llena, esperando
a que te ilumine Apolo,
para dejar de estar sola,
como lo está, el hombre solo;
Luna que de soledad, estás llena.
Tu humildad me cautiva,
y en tu sencillez está tu belleza,
por ser nada, por ser piedra
piedra fracturada y vieja,
así eres tú, Luna Llena,
estéril, eterna y muerta;
de vacío tú estás llena.
Palidez sin expresión,
sin brillo y sin color
que nos permite poner
nuestra emoción,
como en un cuadro de pintor,
cuadro renovador virgen reproductor,
de las huellas, las pisadas,
dejadas en los caminos; caminos,
hechos de emociones multicolores,
cromáticas expresiones,
de las que tú, Luna Llena
también estás llena,
como yo lo estoy de ti;
Luna Llena.
Autor: Julio Guzmán Sanchis.
Luna Llena
de palabras de poeta, tú
estás llena,
metáforas y frases bellas
que son poesías de poetas,
tu misterio les inspira
poemas y más poemas;
de poemas estás llena.
Todo el que te quiera ver,
la cabeza ha de alzar,
apartar nubes y estrellas
para poderte mirar; a la cara,
la cara que tú dejas ver,
mas la otra cara ocultas
a los vivos, vivos
que la quisieran ver;
y quizá cuando yo muera; vea,
cara que pudiera ser
que desde el Hades se viera,
allá en el infinito Cielo; Cielo,
que como Dios en todas partes está,
y que yo desde allá, vea
pues vea debiera decir,
mas yo digo, veré,
por ser apasionado creyente;
de misterios y utopías…
…ya que tú, Luna Llena
de interrogantes estás llena.
Acompañas a la Tierra,
o quizá, la Tierra a ti:
Inmenso lugar de encuentro
de miradas hacia el Cielo,
miradas que dentro de ti
se quedan y nunca al Cielo; llegan,
y se quedan en tu tierra,
tierra de la Tierra, de la que tú;
estás llena.
Y, así como un hombre solo,
vaga por la Tierra solo,
y espera ser visto, para ser reconocido,
encontrado, y deseoso, anhelante va,
por encontrase muy solo;
así, vas tú por el Cielo,
Luna Llena, esperando
a que te ilumine Apolo,
para dejar de estar sola,
como lo está, el hombre solo;
Luna que de soledad, estás llena.
Tu humildad me cautiva,
y en tu sencillez está tu belleza,
por ser nada, por ser piedra
piedra fracturada y vieja,
así eres tú, Luna Llena,
estéril, eterna y muerta;
de vacío tú estás llena.
Palidez sin expresión,
sin brillo y sin color
que nos permite poner
nuestra emoción,
como en un cuadro de pintor,
cuadro renovador virgen reproductor,
de las huellas, las pisadas,
dejadas en los caminos; caminos,
hechos de emociones multicolores,
cromáticas expresiones,
de las que tú, Luna Llena
también estás llena,
como yo lo estoy de ti;
Luna Llena.
Autor: Julio Guzmán Sanchis.
miércoles, 4 de agosto de 2010
LUNA LLENA
SENTIDO MATERNO
Por: Leonora Acuña de Marmolejo
Lunita, lunita clara:
¿Cuándo tu luz toda plena,
vendrá a bañar mi alma triste,
para que así vuelta plata
pueda tener un vestido
semejante a las estrellas,
y confundirme con ellas
en las alturas de Dios?
Lunita, lunita plata,
vestida de lentejuelas:
¿Dime por qué cuando cambias
tu vestido, y tu cintura
de crecientes redondeces,
deslumbrante y majestuosa
te tornas tan misteriosa,
antes de estar toda llena?
Yo que soy mujer presiento
que también vas a ser madre,
y que también sentirás
las mismas dulces ternuras
que llevo en mi entraña plena
de amores, pasión y espera.
NOCHE CALLADA
Por: Leonora Acuña de Marmolejo
La noche está silente,
tranquila, rumorosa.
El aire suave y tibio
me acaricia la cara,
me toca y me murmura
no sé qué dulces cosas.
Me gusta tu quietud
noche de luna llena.
Me gusta tu silencio
profundo, mejestuoso
que entiende mis pesartes.
Me gusta la fragancia
de tus pinos callados
enhiestos monolitos
testigos de secretos,
y la orquesta de grillos
en tus lagos de musgo.
Me gusta el negro velo
que extiendes sobre el orbe;
tu cielo recamado
de plata y lentejuelas.
¡Oh, noche: dulce noche!
en que navega mi alma:
Admiro tu silencio
que es cómplice y comprende
mi débil barro humano.
Te admiro, negra noche
que en tu mutismo apruebas
mis amores secretos
mis amores dolientes
(mis trágicos amores);
me gusta tu misterio,
extraña paradoja
de ausencia que es presencia,
de placer que es dolor,
de olvido que es recuerdo.
¡Oh, reina de siluetas
hechicera posesa
de luceros y estrellas!
Préstame tu penumbra
para esconder mi angustia
y préstame tu luz
para alumbrar la noche
de mi alma confundida.
!Oh, noche! Sé piadosa:
cobija con tus galas
todas mis ansias locas;
préstame tu perfume
de camelias, de mirtos,
de lavanda y clavel,
agapantos y rosas.
!Oh noche, fiel amiga,
te ruego suplicante:
Préstame tus fragancias
para hechizarlo a él!
!Oh, noche! Tú tan tierna,
¿por qué me miras torva
sin darme una respuesta?
No ves mi vieja amiga,
no ves que mis angustias
como sierpes me envuelven
estrangulando mi alma?
!Oh, noche! Negociemos:
Te regalo mi lira,
mis lienzos, mis pinceles,
y todo el esplendor
de las musas latentes
que inspiran mis aedos,
y tú noche serena:
¡descíframe el misterio
de esta melancolía!
LA HORA MENGUADA
Por: Leonora Acuña de Marmolejo
Hoy la luna está plena
y tú no estás;
y llegará a menguar
y volverá a ser nueva;
se tornará en creciente,
y no estaremos juntos;
tú estarás en el sur
y yo estaré en el norte
de este enigma de América.
En esta bella noche
noche de plenilunio,
solsticio de verano,
triste extraño tus manos
tus labios y tu voz.
La congoja campea
oronda en mis trigales
-mi tierra labrantía
donde eras tú la mies-.
La noche está callada
serena y misteriosa,
la duda como sierpe
estrangula mi fe;
presiento amargamente,
que en tu hora postrera,
mi angustia no podrá
la tuya consolar.
No estaré: lo adivino
y sé que lloraré,
y cada vez que mire
la luna allá en el cielo,
su luz me inundará
de la luz que me diste,
¡Canceriano adorable,
meridiano de mi alma!.
…Y cada vez que mire
la luna allá en el cielo,
yo beberé mis lágrimas
callada y con pesar.
Esta noche de Junio
cálida y argentada,
he cerrado mis ojos
y en traslado geográfico,
lo he traído a mi lado
apasionado, tierno
embriagado de amor.
Invocando el poder
de no sé qué misterio,
le he rogado a la diva
de las noches plateadas,
me permita volver,
¡en el tremendo instante
de su hora menguada!
OBSECACIÓN
Por: Leonora Acuña de Marmolejo
En la noche argentada de abril en plenilunio
viene una suave brisa a acariciar mi frente
y un olor a reseda entra por mi ventana.
En el hondo silencio de mi pena callada,
su presencia intangible gravita en mis pesares
cual un reloj midiendo con saña y persistencia,
los hondos pensamientos de la ingrávida urdimbre
del plectro misteriosos con que Erato me asiste.
Tengo el alma repleta de luceros y estrellas,
de luz y de armonía, de ritmo y de color,
pero está allí el fantasma de su ser que me acosa
deshojando mis ansias, extraviando el paisaje.
¡Oh, lunita plateada, oh, lunita de abril,
oh, misteriosa diva, ven con tus selenitas,
y sin pesar ni angustia ayúdame a vencer:
Sacúdeme su yugo y borra mi congoja!
EL AMOR ES MILAGRO
Por: Leonora Acuña de Marmolejo
Aún tengo en mis labios
el sabor de los tuyos.
Aún guardo celosa
tu aroma de reseda
y en mi mente incrustados
tus ojos de sardónice
que arropan mis anhelos,
que me miran dolientes,
y me hacen ver de nuevo
una playa callada
y un sol ensangrentado
que agoniza en el mar.
Tu voz vibrante y tierna
que copia los arrullos
de palomas en celo,
aún murmura amor
en la esclava memoria
que se niega a olvidar.
………………………….
Hoy he vuelto a la playa
y me parece triste,
porque sola me siento
en medio de la gente.
Todavía me pregunto
mordiendo mi pesar
abismada y febril
acosando la intriga:
¿Qué hechizo me asistió
en el instante sacro
que estremeció mi cielo
haciéndome saber
lo que es felicidad?
¿Por qué él no vuelve a mí?
Después la luna llena
llegó a ocupar su trono
y piadosa me dijo
en cómplice secreto
-quebrando mi nostalgia,
arropando mi angustia-,
con cierta complacencia:
No te sientas turbada:
Que el amor es milagro
y lo llevas en ti.
El amor viene y va,
pero nunca se extingue
¡porque el mundo es amor!
Luna Llena
Luna llena de amores
Emblema de los amantes
Quiero alcanzar la incandescencia
Nívea de tu pecho feliz
Galopar con las estrellas de la noche
Agitar mi lanza de valkiria
Cubierta por la túnica blanca
De tu rostro primaveral
Luna llena de amores
Emblema de los amantes
Cabalgo en la sombra
Buscando el paraíso
Añorando tu universo
De mágicos misterios
Luna llena de amores
Inúndame en el ensueño
En tus cataratas de plata
Como inundas los sueños
De los fieles amantes
MERCEDES TINOCO
Por: Leonora Acuña de Marmolejo
Lunita, lunita clara:
¿Cuándo tu luz toda plena,
vendrá a bañar mi alma triste,
para que así vuelta plata
pueda tener un vestido
semejante a las estrellas,
y confundirme con ellas
en las alturas de Dios?
Lunita, lunita plata,
vestida de lentejuelas:
¿Dime por qué cuando cambias
tu vestido, y tu cintura
de crecientes redondeces,
deslumbrante y majestuosa
te tornas tan misteriosa,
antes de estar toda llena?
Yo que soy mujer presiento
que también vas a ser madre,
y que también sentirás
las mismas dulces ternuras
que llevo en mi entraña plena
de amores, pasión y espera.
NOCHE CALLADA
Por: Leonora Acuña de Marmolejo
La noche está silente,
tranquila, rumorosa.
El aire suave y tibio
me acaricia la cara,
me toca y me murmura
no sé qué dulces cosas.
Me gusta tu quietud
noche de luna llena.
Me gusta tu silencio
profundo, mejestuoso
que entiende mis pesartes.
Me gusta la fragancia
de tus pinos callados
enhiestos monolitos
testigos de secretos,
y la orquesta de grillos
en tus lagos de musgo.
Me gusta el negro velo
que extiendes sobre el orbe;
tu cielo recamado
de plata y lentejuelas.
¡Oh, noche: dulce noche!
en que navega mi alma:
Admiro tu silencio
que es cómplice y comprende
mi débil barro humano.
Te admiro, negra noche
que en tu mutismo apruebas
mis amores secretos
mis amores dolientes
(mis trágicos amores);
me gusta tu misterio,
extraña paradoja
de ausencia que es presencia,
de placer que es dolor,
de olvido que es recuerdo.
¡Oh, reina de siluetas
hechicera posesa
de luceros y estrellas!
Préstame tu penumbra
para esconder mi angustia
y préstame tu luz
para alumbrar la noche
de mi alma confundida.
!Oh, noche! Sé piadosa:
cobija con tus galas
todas mis ansias locas;
préstame tu perfume
de camelias, de mirtos,
de lavanda y clavel,
agapantos y rosas.
!Oh noche, fiel amiga,
te ruego suplicante:
Préstame tus fragancias
para hechizarlo a él!
!Oh, noche! Tú tan tierna,
¿por qué me miras torva
sin darme una respuesta?
No ves mi vieja amiga,
no ves que mis angustias
como sierpes me envuelven
estrangulando mi alma?
!Oh, noche! Negociemos:
Te regalo mi lira,
mis lienzos, mis pinceles,
y todo el esplendor
de las musas latentes
que inspiran mis aedos,
y tú noche serena:
¡descíframe el misterio
de esta melancolía!
LA HORA MENGUADA
Por: Leonora Acuña de Marmolejo
Hoy la luna está plena
y tú no estás;
y llegará a menguar
y volverá a ser nueva;
se tornará en creciente,
y no estaremos juntos;
tú estarás en el sur
y yo estaré en el norte
de este enigma de América.
En esta bella noche
noche de plenilunio,
solsticio de verano,
triste extraño tus manos
tus labios y tu voz.
La congoja campea
oronda en mis trigales
-mi tierra labrantía
donde eras tú la mies-.
La noche está callada
serena y misteriosa,
la duda como sierpe
estrangula mi fe;
presiento amargamente,
que en tu hora postrera,
mi angustia no podrá
la tuya consolar.
No estaré: lo adivino
y sé que lloraré,
y cada vez que mire
la luna allá en el cielo,
su luz me inundará
de la luz que me diste,
¡Canceriano adorable,
meridiano de mi alma!.
…Y cada vez que mire
la luna allá en el cielo,
yo beberé mis lágrimas
callada y con pesar.
Esta noche de Junio
cálida y argentada,
he cerrado mis ojos
y en traslado geográfico,
lo he traído a mi lado
apasionado, tierno
embriagado de amor.
Invocando el poder
de no sé qué misterio,
le he rogado a la diva
de las noches plateadas,
me permita volver,
¡en el tremendo instante
de su hora menguada!
OBSECACIÓN
Por: Leonora Acuña de Marmolejo
En la noche argentada de abril en plenilunio
viene una suave brisa a acariciar mi frente
y un olor a reseda entra por mi ventana.
En el hondo silencio de mi pena callada,
su presencia intangible gravita en mis pesares
cual un reloj midiendo con saña y persistencia,
los hondos pensamientos de la ingrávida urdimbre
del plectro misteriosos con que Erato me asiste.
Tengo el alma repleta de luceros y estrellas,
de luz y de armonía, de ritmo y de color,
pero está allí el fantasma de su ser que me acosa
deshojando mis ansias, extraviando el paisaje.
¡Oh, lunita plateada, oh, lunita de abril,
oh, misteriosa diva, ven con tus selenitas,
y sin pesar ni angustia ayúdame a vencer:
Sacúdeme su yugo y borra mi congoja!
EL AMOR ES MILAGRO
Por: Leonora Acuña de Marmolejo
Aún tengo en mis labios
el sabor de los tuyos.
Aún guardo celosa
tu aroma de reseda
y en mi mente incrustados
tus ojos de sardónice
que arropan mis anhelos,
que me miran dolientes,
y me hacen ver de nuevo
una playa callada
y un sol ensangrentado
que agoniza en el mar.
Tu voz vibrante y tierna
que copia los arrullos
de palomas en celo,
aún murmura amor
en la esclava memoria
que se niega a olvidar.
………………………….
Hoy he vuelto a la playa
y me parece triste,
porque sola me siento
en medio de la gente.
Todavía me pregunto
mordiendo mi pesar
abismada y febril
acosando la intriga:
¿Qué hechizo me asistió
en el instante sacro
que estremeció mi cielo
haciéndome saber
lo que es felicidad?
¿Por qué él no vuelve a mí?
Después la luna llena
llegó a ocupar su trono
y piadosa me dijo
en cómplice secreto
-quebrando mi nostalgia,
arropando mi angustia-,
con cierta complacencia:
No te sientas turbada:
Que el amor es milagro
y lo llevas en ti.
El amor viene y va,
pero nunca se extingue
¡porque el mundo es amor!
Luna Llena
Luna llena de amores
Emblema de los amantes
Quiero alcanzar la incandescencia
Nívea de tu pecho feliz
Galopar con las estrellas de la noche
Agitar mi lanza de valkiria
Cubierta por la túnica blanca
De tu rostro primaveral
Luna llena de amores
Emblema de los amantes
Cabalgo en la sombra
Buscando el paraíso
Añorando tu universo
De mágicos misterios
Luna llena de amores
Inúndame en el ensueño
En tus cataratas de plata
Como inundas los sueños
De los fieles amantes
MERCEDES TINOCO